Las ciruelas negras se diferencian por tener la piel azulada o negruzca y por ser las más adecuadas para ser cocinadas. El principal componente es el agua, seguido de los hidratos de carbono y por el potasio. Destaca su contenido moderado en provitamina A y vitamina E (más abundante que en las ciruelas amarillas). Asimismo, su abundancia en fibra y otros componentes laxantes mejoran el tránsito intestinal.